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El joyero

Las joyas deben haberse guardado limpias ya que el sudor las opaca y en el caso de las de plata dorada va desgastando el baño de oro. Las mismas al ser usadas deben enjuagarse y asegurarse de ser secada con ayuda de un secador de mano (blower), para eliminar toda la humedad.

Las joyas que tienen perlas no deben guardarse por demasiado tiempo en el banco puesto que la perla necesita el contacto con el oxígeno para que su oriente permanezca. Por ello es conveniente que saque sus prendas de pollera por lo menos dos veces al año.

Antes de utilizarlas revise cuidadosamente una a una y determine si hay alguna que debe mandar a la joyería para ser reparada o reforzada.

El joyero debe organizarse de tal manera que esté listo para facilitar el orden en que la empollerada se colocará las prendas.

Las hebillas de los zapatos deben coserse con doble hebra de hilo, no las pegue con goma pues tienden a caerse.

Los botones de oro se colocan conjuntamente con el monedero de oro en una cinta de hiladillo que se amarra por encima de la pretina, es la manera más fácil, rápida y segura.

Se organizan las joyas en dos bandejas colocando un paño de terciopelo oscuro o una toalla en el fondo para que resalten las prendas a simple vista y sea más fácil pasárselas a la persona que va a empollerar.

En la PRIMERA BANDEJA se colocan en el siguiente orden:

  • Gargantilla o tapahueso de cinta colgante.
  • Cadenas.
  • Chata.
  • Cadena o guachapalí.
  • Rosario.
  • Cabestrillo.
  • Escapulario.
  • Salomónico.
  • Solitaria, con pasador o prendedor.
  • Mosqueta. En Panamá se coloca sobre la mota o bellota. En las Tablas, y se ha extendido a otras regiones, se coloca justo debajo de la mota para llenar este espacio.

Estas nueve son cadenas súper tradicionales y para muchísimas empolleradas son más que suficiente en cantidad. Existen, además:

  • Media naranja, con moneda coronada o pescado o cruz.
  • Bruja abierta, con pasador o broche.
  • Cadena de dijes (más común en la capital y no es rigor ni tradicional en todo el país).
  • Sígueme o cordón de mosqueta con pasador.
  • Abaniquera con su respectivo abanico. Es la última cadena en colocarse ya que debe quedar encima de todas las demás para que el movimiento de abrir el abanico y abanicarse no altere el orden y la nitidez de las otras cadenas.
  • Brazalete, aros lisos (semanarios) y anillos que puedan ser de manitos, de mosqueta o de botón de oro.
  • Zarcillos. Se colocan una vez se han colocado las cadenas, que deben pasar por encima de la cabeza, y así evitamos se traben con los mismos.

En la SEGUNDA BANDEJA se colocan todas las joyas que conforman el tocado, en el orden en que se van a ir colocando:

  • Dos pares de peinetas (algunas usan hasta tres pares).
  • Peinetón.
  • Peineta que va bajo el peinetón (opcional).
  • Temblequitos de oro (se colocan entre las peinetas).
  • Parches si no se utilizan peinetas de robacorazón.
  • Peinetas diminutas. Las encontramos en los joyeros de la capital y su objeto es crear una ilusión óptica que achique el espacio frontal entre la partidura o raya del cabello y las peinetas laterales.

Los tembleques:

Los tembleques deben organizarse por pares y clavarlos en una planchita de hielo seco (foam). Antiguamente había una selección de tembleques que, aunque podían variar en su forma o motivo, tenían una razón de existir y un orden para ser colocados:

  • Tapa orejas.
  • Animal (que puede ser: mariposa, libélula, alacrán o palomita).
  • Tapa moños (dos pares, uno más chico que otro).
  • Penquitas o pavitos (se colocan al lado del peinetón pero cuidando que no sobrepasen la altura del mismo).
  • Marca camino (se coloca atrás, dejando verse únicamente un dedo de la partidura al borde del tembleque).

El resto es relleno y hay que tener en mente el tamaño de la cabeza de la empollerada y la dimensión de los tembleques… ¡no necesariamente hay que colocarlos todos!