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La vestimenta masculina en nuestro folclore, contrario a lo que ocurre en el reino animal, es mucho más vistosa que la femenina. Siempre hemos dicho que se necesita ser mujer para poder soportar todo el peso y los detalles que lleva una pollera ¡y encima bailar con gracia y sonreír con coquetería!

La vestimenta masculina es de una exquisitez extrema pero sutil y contenida en cuanto a ornamentos. Recientemente hemos observado que las estilizaciones van ganando terreno en el campo masculino y hay camisas con labores bordadas y con insertos de tejido. Estas camisas son piezas estilizadas y no tradicionales.

Podríamos decir que la vestimenta masculina tiene cuatro variantes principales:

LA CAMISILLA SANTEÑA.

Es utilizada en todo el país, se confecciona en holán de hilo blanco y se trabaja en espiguetas, que no son más que tramos de alforzas diminutas colocadas en el pecho y en la espalda de la pieza. Utiliza botonadura de oro y debe vestirse con sombrero “pintao” y zapatos negros de cordón.

A mayor número de espiguetas, mayor el costo de la pieza. Pero, como en todo, debe ser proporcionada al tamaño del propietario. De la cantidad de espiguetas depende que una camisilla pueda participar en concursos, debe tener un mínimo de 30 en adelante para calificar.

LA COLETA O COTONA.

Es una camisa que originalmente se utilizaba para trabajo o faena. Confeccionada en una lona ligera conocida como manta sucia adornada en el frente con alforzas verticales. La coleta puede usarse con pantalón chino o al menos un diablo fuerte (jeans) de corte sencillo o con pantalón de color kaki. Esta prenda de vestir se acompaña con chácara rustíca, cutarras y sombrerode trabajo, de junco o de caña blanca, nunca con un sombrero “pintao”.

Hoy día se ha popularizado bordar, en el frente de la camisa, algunos adornos que añaden vistosidad a esta prenda masculina. Se está popularizando hasta confeccionarlas en holán de hilo. Hay que estar conscientes que esas son estilizaciones no tradicionales. De cualquier forma, lo que es a nuestro humilde juicio inaceptable es que se adornen con las mismas labores zurcidas y caladas de las polleras, pues este estilismo de aleja completamente de la esencia y cultura del hombre panameño.

CAMISILLA TONOSIEÑA O GUANIQUEÑA.

Es una camisilla que debe su nombre al área de Tonosí, done se ha localizado su origen. También es conocida como guaniqueña, gentilicio correspondiente al Guánico de Tonosí.

Se cuenta que fue una creación del profesor Edgardo De León a quien, por falta de vestuario para una presentación de un conjunto al cual dirigía, se le ocurrió mandar a elaborar estas camisas.

Esta prenda masculina se confecciona en tela de algodón estampada con finas rayas verticales de color azul o negro, aunque también se utilizan de rayas en color rojo. Se caracteriza por su cuello chino y por su corte recto en la parte inferior, además de estar adornada con pliegues verticales en su parte frontal en un rango de 8 a 12 pliegues dependiendo del tamaño.

La camisa tonosieña también se caracteriza porque en su parte frontal cuenta con alforzas elaboradas cuidadosamente, en sentido oblicuo, que guardan la proporción ya que son de igual tamaño a ambos lados de la parte frontal. Además, la camisilla lleva una botonadura multicolor que tiene un fin exclusivamente decorativo, pues no se usa para abotonar, ya que la tonosieña es una camisa que se coloca desde la cabeza.

Esta pieza de vestir es lo que se conoce como camisa de fiesta o dominguera. Por lo general va acompañada por el uso de pantalón negro o pantalón jeans, cutarras, sombrero “pintao” y chácara o cebadera. En las últimas décadas ha sido adoptada por conjuntos de danzas folklóricas.

MONTUNO OCUEÑO.

Es el vestido más representativo de nuestro hombre del campo. Su uso, aunque debe haberse originado en Ocú, se extendió por todo el país y fue muy favorecido a partir de los años cuarenta en las provincias de Coclé y Panamá. Este vistoso y colorido atuendo data de la época en que aún estábamos unidos a las gran Colombia, es por ello que los colores tradicionales son el rojo, amarillo y azul pues eran los colores del pabellón colombiano.

El montuno está compuesto por una camisa o cotona y un calzón o chingo confeccionado con tela de manta sucia. El mismo está trabajado en punto de cruz o marcado y es muy apreciado el trabajo de espigueta. Lleva labores en el cuello, los puños y alrededor de la abertura del pecho y en el borde inferior del mismo. Si el pantalón ha de llevar aplicaciones, deben ser sencillas y no lleva flecos.